Quisiera
escribir un cuento. Lleno de colores, donde cada vez que cerraras los
ojos aparecieran mariposas para desaparecer al abrirlos. O una
canción donde todas mis flores malditas se dieran la mano mientras
bailan un corro caótico donde nada es lo que parece. Cómo expresar
la caída por un tobogán circular e infinito , cómo iluminar una
noche fría , cómo oscurecer un día soleado. Quisiera desposeerme de todas mis verdades , todo para ahora y nada para mañana. Son misterios que a
veces se me resisten, que no puedo plasmar, quizá porque cuando lo
intento pongo demasiado empeño en ello. Quizá si dejara de creerme
un aficionado empedernido incapaz de parir nada, podría. Quizá si
dejara de buscarme en los ojos de aquellos que se me cruzan, podría.
Pero es que el hombre es un animal de costumbres, y como tal, no
encuentra nuevas piedras con las que tropezarse.